¡¡Hola a tod@s!! 😃¿Qué tal estáis? En esta ocasión quería hablaros de la risa, de lo bueno que es soltar unas carcajadas, y animaros a que la incorporéis como hábito saludable en vuestras vidas.
Os invito a que hagáis primero un ejercicio de toma de conciencia. Pensad por un momento en el día de ayer y recordad. ¿Reíste en algún momento? ¿Durante cuánto tiempo?
La risa está en la esencia del ser humano. Aprendemos a sonreír y reír por imitación a nuestros padres y ya se instaura en nuestra vida para siempre.
Y son tan numerosos los beneficios, tanto fisiológicos y psicológicos, que aporta que se dice que es una de las mejores medicina. Para mí, lo fue y lo sigue siendo. Disminuye el insomnio, mejora el riego sanguíneo, previene infartos, es un relajante natural, alivia el estrés, es un analgésico natural, y mucho más.
Al reír segregamos sustancias químicas, como las endorfinas, que son las que causan la sensación de bienestar, por su efecto analgésico, además de combatir el envejecimiento y el estrés y reforzar el sistema inmunológico.
Por ello es que se produce una recuperación más rápida en los pacientes que incorporan la risa como terapia complementaria al tratamiento médico.
La risa te aporta, también, a nivel mental y espiritual. Te trae al presente. Mientras ríes no puedes estar en el pasado o en el futuro. Estas viviendo sólo el ahora. Es como el Mindfulness, del que os hablaré en otra ocasión por si os interesa incorporarlo a vuestros hábitos. Ya sabéis que soy defensora de los hábitos saludables.
Es una estupenda terapia en momentos de decaimiento. La risa despierta la felicidad y la alegría, sentimientos que forma parte de nosotros, para unos más escondidos que para otros, pero que están también en nuestra esencia. Sólo hay que buscar en nuestro interior para encontrarlos. Es cuestión de intención.
Pero para conseguir experimentar todos estos beneficios los expertos nos dicen que tenemos que estar al menos de 10 a 15 minutos seguidos riéndonos y a carcajadas.
Sin embargo, en pocas ocasiones en la vida se dan las condiciones para reír y si lo hacemos, lo hacemos durante poco tiempo. Pocas cosas hay que nos provoquen risa en nuestro día a día a no ser que las busques, como ver algún vídeo o programa de humor, escuchar chistes o asistir a algún espectáculo con comedia.
Además, solo algunas de esas ocasiones llegamos a reír a carcajadas y, cuando lo hacemos, como que parece que no deberíamos. Tal vez por empatía hacia una sociedad que parece no estar en su mejor momento según algunos.
No sé si alguno de vosotros tiene como yo la risa fuerte y ha sentido la necesidad de esconderla. En muchas ocasiones sí que ha sido por respeto. Pero otras han sido por vergüenza a llamar la atención o por lo que pensaran de mí. Cuantas veces me ha pasado estar con gente que no me conocía, oírme reír y preguntar si es que iba borracha. Hasta que un día dije: “Basta, esta es mi risa. No la voy a esconder más.” La acepté y desde entonces la dejo salir, me dejo oír, y me encanta porque la gente se contagia. Aunque todavía hay momentos en que la tengo que aguantar y controlarla.
Investigando sobre cómo activar y mantener mi sistema inmunológico fuerte fue que encontré que reír era una de las cosas que podía hacer para mantenerlo en perfecto estado.
Cuando descubrí que la risa podía ayudarme en mi sanación, me dije a mi misma que no pasaría ni un día de mi vida que no riera. Todos los días buscaba algo de humor, en YouTube sobretodo, y reír unos minutos cada día. Y cuando estaba con gente siempre buscaba la broma para hacer reír y poder reír yo. 😀
En mi época de profesora de matemáticas hice algún taller de risoterapia que organizaban para profesorado. Quería llevarlo al aula. Y lo llegué a utilizar en mis clases, sobretodo en las horas de tutoría. A l@s alumn@s les encantaba.
Cómo sé lo bueno que es reír, cuando empecé a trabajar como instructora de Pilates, en algunas ocasiones les hacía un poquito de risoterapia con ejercicios que aprendí en aquellos talleres. Aunque no lo hacía muy a menudo porque mis alumnos vienen a practicar Pilates y además porque durante las clases no es raro que hallan momentos de risa espontánea por alguna situación graciosa. A l@s alumn@s les gustó y algun@s de ell@s me lo pedían:”A ver cuando hacemos más ejercicios de risoterapia que nos viene muy bien. Lo necesitamos.” Y en un momento en el que tuve un poco de tiempo libre, me puse a buscar más formación sobre el tema. Fue entonces cuando encontré el Yoga de la Risa del que os voy a hablar un poco por si a alguno de vosotros os resuena y queréis probarlo, incluso convertiros en líderes como hice yo.
El Yoga de la Risa es un concepto nuevo que consiste en ejercitar la risa sin necesitad de tener sentido del humor, y sin necesitar de un motivo ni depender de comedia, de chistes o de situaciones de humor.
La sesión se comienza manteniendo el contacto visual con los compañeros si lo practicas en grupo, riendo con una actitud alegre, juguetona e infantil, hasta convertirse en una risa franca y contagiosa.
Se llama Yoga de la Risa porque combina ejercicios de la Risa con la respiración yóquica, llevando más oxígeno al cerebro, lo que te hace sentirte más saludable y vital.
Está basado en el hecho científico de que la mente no diferencia una risa espontánea de una risa ejercitada, por lo que conseguimos los mismos beneficios tanto físicos como psicológicos.
Este método nació en la India, el 13 de marzo de 1995 y fue creado por un médico, el doctor Madan Kataria, que comenzó a practicarlo en un parque de Bombay con sólo cinco personas y a día de hoy son más de mil los clubes de la risa en más de 100 países.
Como ya he comentado, en pocas ocasiones nos reímos y si lo hacemos es, normalmente, durante unos segundos. En las sesiones de Yoga de la Risa tienes un espacio en el que puedes reír a carcajadas sin que nadie te juzgue y estás el tiempo suficiente para obtener los beneficios.
Se trata de un ejercicio aeróbico, ya que al reír son más de 400 músculos los que movemos, y lo puede hacer cualquier persona, adaptando los ejercicios. ¡Cómo el Pilates!😉
Ya lo he incorporado en alguna de mis clases y hemos dado algún taller y ha gustado mucho. Al principio cuesta soltarse. La vergüenza hace de las suyas. A las personas tímidas les cuesta más pero luego te sueltas, se te contagia la risa de los demás y pasas un rato de lo más divertido. Además tienes una sensación como si hubieras salido a correr o a una caminata intensa. ☺️
El Yoga de la Risa ha sido un descubrimiento para mí e incluso, si tengo ocasión, me formaré como formador de líderes. La verdad es que Javier Ruiz, que aparece en la foto, es un magnífico profe y una maravillosa persona. Tuve que viajar hasta Alfacar, Granada, donde Javier da la formación, pero mereció la pena.
Para terminar, comparto con vosotr@s una cita de Charles Chaplin que dice que “Un día sin reír es un día perdido”. Lo tengo como mantra desde hace ya muchos años y espero que en adelante sea vuestro también.
Bueno, ¿qué os ha parecido el tema? ¿ Os gusta reír? ¿Pensáis, como yo, que la risa es necesaria? ¿que debería estar más presente en nuestra vida? ¿Cuánto a menudo reís? ¿Conocíais ya el Yoga de la Risa?
Si alguno de vosotros quiere más información sobre algún tema de los que menciono, pedídmela. Aquí en comentarios o por privado. Podéis encontrar también información sobre el Yoga de la Risa en www.laughteryoga.es.
¡¡¡No os olvidéis nunca de reír!!!
¡¡¡Gracias!!!
Fátima Pastor Andreu
Blog Arco Vida Sana